La gran mentira (1)

*** ADVERTENCIA ***

La serie de entradas que he titulado "La gran mentira" no es apta para personas religiosamente sensibles. Todo lo dicho a continuación esta escrito desde mi punto de vista MUY personal y mi entendimiento sobre el tema.

*** FIN DE LA ADVERTENCIA ***

Desde hace algún tiempo, me entro la curiosidad de leer cuentos. Leí algunos cuantos, desde los cuentos de los hermanos Grimm hasta Pinocho o Alicia en el País de las Maravillas. Esta curiosidad nació porque me había enterado de que los cuentos originales eran diferentes a los conocidos popularmente gracias a Disney. Después de leer unos cuantos, me propuse leer uno que tenia rato interesandome: La Biblia.

Para dejar en claro el asunto, soy ateo (pero esa, es otra historia). Sin haber leido nada, ya consideraba a La Biblia como el mas grande libro de historias fantasiosas jamás escrito. De hecho, ese iba a ser el título de mi post, pero pensé que era muy largo. Así que decidí titular esta serie de entradas como La gran mentira.

Mi intención con esta serie de publicaciones en este humilde blog, es resumir La Biblia. Si, asi como lo leen: resumir La Biblia. Esto con la finalidad de compartir aquello que encuentre fascinante dentro de este gran libro (lo digo por el tamaño, no por la calidad del contenido).

Además de contar de una manera amena (bueno, a mi manera) el contenido de este librotote, voy a hacer referencias. Los creyentes tienen la manía de citar a la biblia cada que ven algo que consideran bonito. Bueno, yo lo haré a la inversa. Porque créanme, el libro esta lleno de cosas horrorosas.

Así que como lo dije al principio, si eres religiosamente sensible y sientes que agredo tus creencias, eres libre de abandonar el sitio. Si no eres sensible, pero eres religioso tolerante (algo raro), o no eres creyente y no estas de acuerdo con lo que escribo, eres bienvenido a dejar algún comentario en la sección de abajo. Los comentarios pueden ser anónimos, por lo que no necesitas registrarte para dejar un comentario o mentada.

Nos vemos en la siguiente entrada, con El génesis.